El tipo. Campaneros. las coplas. Suenan las campanas para anunciar que llega un nuevo día y despertar a una ciudad que está dormida. La vida no está compuesta sólo por sueños, por lo que hay que levantarse y agarrarse a la vida. Kike Remolino regresa a la modalidad de comparsas con una propuesta muy atractiva visualmente -puede ser el montaje más espectacular del presente Concurso al montar en escena un campanario- potente en lo musical y en lo interpretativo, estando las letras un escalón por debajo. Sobresale una enérgica presentación en la que ven la ciudad desde su campanario. También reluce el estilo alegre de la música del pasodoble, tanto en el tramo inicial como a partir del trío. En la primera copla, que sirve de presentación para conocer la música, Kike le devuelve a la ciudad todo lo que le brinda en forma de una nueva comparsa. Mantiene el nivel la segunda copla, en la que el Gran Teatro Falla le habla al Liceo de Barcelona para orientarle sobre lo que se va a encontrar cuando el Carnaval vuelva a repetir en su escenario. Un festival del que disfrutan los que se fueron un día a Cataluña a trabajar y en el que las coplas significan un abrazo de la patria Andalucía. La tanda de cuplés sobresale del nivel medio del resto de comparsas e, incluso, de muchas chirigotas. Sobre todo, destaca el toquecito del primero a cómo suenan las campanas en cada barrio, por lo que en Muñoz Arenillas tienen que tocar los palillos. En el segundo, algo más corrientito, Tato no ha estado "más apto" en su vida. Resaltan más en el popurrí el sonido de las campanas según dónde miren y el homenaje a Manolo Cornejo. Repican con fuerza.
sábado, 27 de enero de 2018
La comparsa de Kike Remolino da la campanada
El tipo. Campaneros. las coplas. Suenan las campanas para anunciar que llega un nuevo día y despertar a una ciudad que está dormida. La vida no está compuesta sólo por sueños, por lo que hay que levantarse y agarrarse a la vida. Kike Remolino regresa a la modalidad de comparsas con una propuesta muy atractiva visualmente -puede ser el montaje más espectacular del presente Concurso al montar en escena un campanario- potente en lo musical y en lo interpretativo, estando las letras un escalón por debajo. Sobresale una enérgica presentación en la que ven la ciudad desde su campanario. También reluce el estilo alegre de la música del pasodoble, tanto en el tramo inicial como a partir del trío. En la primera copla, que sirve de presentación para conocer la música, Kike le devuelve a la ciudad todo lo que le brinda en forma de una nueva comparsa. Mantiene el nivel la segunda copla, en la que el Gran Teatro Falla le habla al Liceo de Barcelona para orientarle sobre lo que se va a encontrar cuando el Carnaval vuelva a repetir en su escenario. Un festival del que disfrutan los que se fueron un día a Cataluña a trabajar y en el que las coplas significan un abrazo de la patria Andalucía. La tanda de cuplés sobresale del nivel medio del resto de comparsas e, incluso, de muchas chirigotas. Sobre todo, destaca el toquecito del primero a cómo suenan las campanas en cada barrio, por lo que en Muñoz Arenillas tienen que tocar los palillos. En el segundo, algo más corrientito, Tato no ha estado "más apto" en su vida. Resaltan más en el popurrí el sonido de las campanas según dónde miren y el homenaje a Manolo Cornejo. Repican con fuerza.
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