Con el permiso de quien lo hiciera antes
Permítanme el poema que estoy cantando,
Que no es un desafío, que es solo un canto,
A una mujer que siempre defendí bastante.
Permítanme el poema a las prostitutas,
Un modo de mujer como otro cualquiera,
Mi madre no lo es pero si lo fuera,
No me avergonzaría ser hijo de puta.
Conozco a más de una fulana que ha sido una puta,
Pero no he conocido una puta
Que haya sido fulana..
A las putas que yo he conocido han sido señoras,
Que en menos de media hora,
Con cariño, con don y ternura
Han tocado su cama,
Más barata que fulanas que presumen de señoras.
No me gusta que mujeres cobren
A los hombres pobres de amor y cariño,
Ni me gusta hombres que les paguen
A mujeres pobres de amor y dinero.
Y a esos hombres como a esas mujeres
Qué le importará lo que les diga yo,
Si yo soy más joven que una virgen
Y una prostituta es más vieja que Dios.
Que el cariño
Que es tan caro y tan profundo,
Si una mujer necesitada te lo da por casi nada
Es porque es la más honrada del mundo.
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